A finales de verano y principios de otoño es temporada de higos. La higuera (Ficus carica), un árbol caduco de hojas características con la cara interior ligeramente aterciopelada, tiene multitud de ramas que se ramifican a poca altura. Produce dos tipos de flores, masculinas y femeninas, que se encuentran en el interior de un receptáculo en forma de pera llamado sicono. Es decir que lo que llamamos vulgarmente “higo”, en realidad no es un fruto a pesar de su apariencia, sino una flor invertida o inflorescencia. Cada higo tiene centenares de flores en su interior y cada una de estas produce frutos, los aquenios, que llamamos erróneamente semillas. Los aquenios son los responsables de la textura crujiente característica del higo.
Para que se formen los frutos debe producirse la polinización, proceso a través del cual el polen se transfiere desde el estambre (órgano floral masculino) hasta el estigma (órgano floral femenino). De esta manera, se produce la germinación y la fecundación, dando lugar a la producción del fruto. Los agentes polinizadores suelen ser las abejas. Sin embargo, en el caso de las higueras el agente polinizador tiene que acceder dentro del higo y esta tarea la realizan las avispas. De todos modos, hay higueras que no requieren este proceso polinizador, ya que se reproducen por partenogénesis, como es el caso de la mayoría de higueras cultivadas para consumo humano.
Los higos son carnosos, dulces y, generalmente, rojizos en su interior. La piel puede ser verde, amarillenta, púrpura o morada. Tienen multitud de propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Son una buena fuente de azúcares naturales (16 g por 100 g de fruta) que nos ayudan a comenzar el día con energía y mejoran el estado de ánimo. Son digestivas y tienen un alto contenido en fibra, cosa que nos puede ayudar a controlar el peso debido a su efecto saciante y un leve poder laxante. Ricas en minerales, principalmente potasio, magnesio y calcio, tienen un efecto beneficioso a nivel cardiovascular, nervioso y muscular.
El higo es una de nuestras frutas preferidas. ¡Somos fans! No es casualidad que los primeros lotes de mermeladas fabricados en nuestro obrador sean de mermelada de higo. Sencillamente una delicia para prolongar la dulzura durante los meses de invierno.